Justicia y una deuda pendiente.

Justicia y una deuda pendiente por Matías Morla:
Cuando en julio del año 2022 llegó a nuestro estudio Ada Vera, la viuda de Adrián Bustamante, nos propusimos trabajar en conjunto con el Fiscal Ezequiel Ermelo para hacer justicia. La noche del 10 de Julio a Adrián lo asesinó una patota que integraban varios mayores y algunos menores de edad. En su momento se logró la detención de todos los implicados y la Jueza Gabriela Persichini dictó la prisión preventiva para los tres mayores de edad. En su resolución la magistrada aseguró que Franco Brizuela, Lautaro Adriel González y Gonzalo Herrera eran los posibles autores del delito de “Homicidio agravado por alevosía”. Hoy ellos esperan el juicio por el que pediremos la pena de reclusión perpetua. Pero en el hecho también se comprobó la participación de dos menores quienes al momento del asesinato no pudieron ser juzgado como sus cómplices pero sí logramos llegar a un acuerdo de juicio abreviado y ahora, cuando ambos cumplieron la mayoría de edad, llega el momento de que conozcan su sentencia.
En las últimas horas llegó el oficio dirigido al Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil donde se le informa que en agosto próximo deberá ser trasladado desde su lugar de reclusión el joven Jonatan Uriel Cardozo a quien se le informará su pena para que luego sea trasladado a un penal común donde purgará su condena.
La misma suerte correrá Mateo Iván Rodríguez quien en abril pasado alcanzó su mayoría de edad y está en condiciones de ponerse al tanto de los 11 años que le esperan de prisión por haber participado del “Homicidio agravado por alevosía” contra Adrián Bustamante. Sin dudas para la viuda de Adrián Bustamante y para su familia es un bálsamo y si bien ya nunca más podrán ver a su ser querido, al menos sabrán que se hizo Justicia.
Pero lo que se desprende de todo este proceso es nuevamente el debate de la baja de la edad de imputabilidad. Es que en el caso de los últimos dos nombrados, Rodríguez y Cardozo, a ambos no se los pudo llevar a la pena máxima porque en el momento del asesinato no pasaban los 18 años. Si bien no existe Jurisprudencia clara en torno a la posibilidad de pedir reclusión perpetua para un menor, los Tratados Internacionales que firmó Argentina hacen que esa posibilidad sea complicada. Por eso fuimos al juicio abreviado como herramienta que permitió la sentencia que ahora se confirma.
Lo que viene entonces es la urgencia de la modificación de la edad de imputabilidad. Los delitos en los que participan mayores y menores son cada vez más frecuentes y es por eso que son las víctimas las que piden esa herramienta para que nosotros, como profesionales, podamos darles respuestas.