Un emotivo momento se vivió en la Catedral de San Isidro, durante el bautismo de “Nachito”, el primer hijo de Gaby Mandato y su esposo, Matías Tiscornia.
Con la presencia de toda la familia (paterna y materna) la emoción fue el común denominador del encuentro.
Gabi junto a su padre, con quién se reencontró hace un año, coincidentemente para el nacimiento de Nacho le dio un plus emotivo.
Con cuentas saldadas, luego de haber sido abandonada por su padre cuando tenía 15 años y ahora ya con una hermosa relación declaró, Gabriela Mandato comentó:“MI PAPA, ES MEJOR ABUELO, QUE PADRE”; “la relación de a poco se va recomponiendo, pero luego de tantos años, lo que unió a la familia fue mi hijo”.
Luego de la ceremonia, se realizó una fiesta íntima en donde toda la familia se reunió y celebró, el primer año de Nachito.
Gaby atravesó momentos muy difíciles en su vida, desde la pérdida de un embarazo avanzado; luego durante el gestación de Nacho atravesó el COVID, a partir del cual sufrió situaciones de violencia obstétrica.
Y hoy esperando que se resuelva un problema de salud de su hijo, que le impide deglutir bien la comida, sin bajar los brazos y con mucho optimismo comentó: “estamos viendo la evolución y el proceso madurativo”.
Siendo hoy su familia la prioridad y la salud de su hijo, sus palabras fueron: “NO VUELVO A LA TV. HASTA QUE MI HIJO ESTE BIEN”.
Con la presencia de toda la familia (paterna y materna) la emoción fue el común denominador del encuentro.
Gabi junto a su padre, con quién se reencontró hace un año, coincidentemente para el nacimiento de Nacho le dio un plus emotivo.
Con cuentas saldadas, luego de haber sido abandonada por su padre cuando tenía 15 años y ahora ya con una hermosa relación declaró, Gabriela Mandato comentó:“MI PAPA, ES MEJOR ABUELO, QUE PADRE”; “la relación de a poco se va recomponiendo, pero luego de tantos años, lo que unió a la familia fue mi hijo”.
Luego de la ceremonia, se realizó una fiesta íntima en donde toda la familia se reunió y celebró, el primer año de Nachito.
Gaby atravesó momentos muy difíciles en su vida, desde la pérdida de un embarazo avanzado; luego durante el gestación de Nacho atravesó el COVID, a partir del cual sufrió situaciones de violencia obstétrica.
Y hoy esperando que se resuelva un problema de salud de su hijo, que le impide deglutir bien la comida, sin bajar los brazos y con mucho optimismo comentó: “estamos viendo la evolución y el proceso madurativo”.
Siendo hoy su familia la prioridad y la salud de su hijo, sus palabras fueron: “NO VUELVO A LA TV. HASTA QUE MI HIJO ESTE BIEN”.
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