Mira el vídeo:
Hoy estamos todos enfrentando a un enemigo silencioso, invisible y en muchos casos letal que nos obliga a encerrarnos y a suspender cualquiera de nuestras actividades incluyendo aquella tan preciosa y necesaria para el espíritu como la que a nosotros nos toca llevar a cabo y que es la del entretenimiento. Nos esperan entonces largas horas de incertidumbre en las que tendremos que reflexionar, -entre muchas otras cosas- en como retomaremos nuestras vidas una vez que esto termine. El Maipo no ha sido ajeno a estas desventuras. No pudieron con él ni el incendio del 28, ni el del 43, ni ninguna de las cíclicas crisis argentinas. No pudieron con él la gripe aviar, la gripe 1 ni el Sars. Y tampoco va a poder con él el coronavirus. Y así como en agosto de 1994, cuando la sombra de la piqueta que ya se había devorado al teatro Odeón avanzaba amenazadora sobre un Maipo debilitado y agonizante, augurándole un destino de garaje o supermercado, Talía y Melpómene hicieron de las suyas para que en solo 22 días volviese a lucir como en su mejor época. Ahora, una vez que este indeseable y viral visitante haya desaparecido de nuestras vidas y podamos retomar nuestras actividades con normalidad, el Maipo abrirá nuevamente sus puertas, totalmente renovado y luciendo las mismas esplendorosas galas que le valieron en su momento ser nombrado La Catedral.
Mirá #FarándulaShowTv:
0 comments :
Publicar un comentario