El río Sena siguió subiendo en París, con las estaciones de tren cerradas y el comercio en el río detenido. El aumento del nivel del agua, que se espera que alcance seis metros durante el fin de semana, inundó partes de París, lo que llevó al gobierno a suspender en parte el funcionamiento de una línea de trenes, cerrar una parte del museo del Louvre y prohibir la circulación sobre el agua.
El Sena se tragó sus propios pasillos a principios de la semana y se elevó lo suficiente hasta evitar que los botes fluviales de París pasaran debajo de los antiguos puentes que rodean la catedral de Notre Dame.
A los turistas y lugareños se les aconsejó alejarse de las orillas por temor a ser atrapado por remolinos de agua, y las barcazas amarradas a los muelles sumergidos parecían varadas en medio de un río mucho más ancho. Leer más: https://goo.gl/MJXbbe
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