Durante el encuentro, el Diez intentó recrear la histórica Mano de Dios que inmortalizó en el choque contra Inglaterra en el Mundial de 1986 aunque esta vez le erró al arco.
Maradona se mostró muy divertido y festejó los goles con euforia para darle un interesante marco a este show dentro de una cancha de fútbol 5, que fue seguido por un centenar de coreanos. Vía @AgenciaTélam
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