El lanzamiento de cuatro misiles en dirección a Japón, Seúl y Washington, por parte de Corea del Norte y en momentos en que Corea del Sur comenzó la instalación del polémico escudo antimisiles THAAD, hizo subir varios escalones la tensión en la península coreana y alcanzó incluso a Beijing y Moscú, que hoy expresaron su frontal rechazo al despliegue del escudo que amenaza el equilibrio estratégico regional.
Pyongyang confirmó hoy, como es habitual, 24 horas después con bombos y platillos, el lanzamiento de los cuatro proyectiles que cayeron cerca de las costas de Japón y que fueron probados bajo el comando del líder norcoreano, Kim Jong-un.
En una nota de la agencia estatal de noticias KCNA, el gobierno calificó el lanzamiento como un ensayo para "alcanzar las bases de las fuerzas estadounidenses de agresión imperialista en Japón". Vía @AgenciaTélam
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