Escrita en aquel complicado año 1977 para la historia argentina, esta Comedia muestra la vida de dos hermanas solteras y castas de clase media, con conflictos derivados de una crianza estricta y controlada por parte de su padre, quien justamente parece estar atravesando sus últimos días, y debe ser cuidado permanentemente por ellas.
Son mujeres llenas de frustraciones carnales, que han ocultado sus deseos y necesidades para mostrarse moralmente intachables. Pero en su interior, el deseo y la pasión pujan por salir a la luz.
A fuerza de tener que aceptar las reglas de juego en sus vidas, se han convertido en personajes crueles y perversos, que compiten entre sí por la atención de su débil padre, que se ha convertido en una bolsa de huesos maloliente e inútil, pero siempre exigente y dominante.
El exagerado esmero y la extrema devoción con que las hermanas cuidan a su padre, encubre ciertamente sus deseos de liberación.
Comprenden que ya se están alejando de la “edad de merecer”, pero no dejan de preguntarse: “¿de merecer que…?”, “¿qué es eso que no conocemos, y que tanto deseamos…?
Y un hombre del pasado aparecerá años después de la partida de su padre, y las sumirá en una acalorada y desenfrenada pasión casi adolescente, que desearan llevar hasta sus últimas consecuencias.
Tratándose de una Comedia que ha tenido varias puestas desde su estreno, Raúl Martorel produce una puesta que recuerda a las grandes comedias de Fellini, y gracias a su vasta experiencia en el musical, logra imprimirle un ritmo mucho más moderno y descontracturado, componiendo una delicada desdramatización que hace que la obra gane en desopilantes situaciones de humor.
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