De la mano de "Dust of dandy", Shapplin consagra una ruptura con el estilo neoclásico que la caracterizó durante su trayectoria y se recuesta sobre las canciones empapadas de electro pop y rock alternativo.
Vestida como un dandy y luciendo pelo corto en pos de transmitir el mensaje de su nueva placa, la dueña de una imponente voz soprano ofreció anoche una conferencia de prensa para precisar los alcances de este nuevo paso.
"Aunque sabía hacia donde iba dirigido el proyecto, el álbum resultó de una especie de experimento porque significó una apertura musical. Sentí la necesidad de escribir y componer canciones de otra manera y busqué extenderme en la forma de su creación", sostuvo la artista sobre "Dust of Dandy".
En el mismo sentido reflexionó sobre uno de los ejes principales del disco y resaltó que implicó "re-introducir la poesía al mundo moderno. En el álbum hay cierta furia pero no es un enojo negativo sino que junto a él apunto a incentivar el entusiasmo. Es oscuro pero optimista al final".
Shapplin se abocó desde un comienzo a la música clásica pero luego abandonó las escalas y los ejercicios operísticos y optó por incursionar en el heavy metal.
Cuando, a los 18 años, decidió regresar a la música clásica descubrió que aunque el rock le irradiaba más libertad artística, no conseguía su plenitud y decidió crear su propio estilo, con una combinación de ópera tradicional, trance moderno, música escocesa y pop.
La primera publicación de la cantante, de 40 años, data de 1997 cuando lanzó "Carmine Meo", dos años más tarde publicó "Discovering Yourself", en 2002 sacó a la luz "Etterna" y un año después "El Concierto en Caesarea"; en cada uno de ellos transitó por diferentes idiomas como el inglés, el español, el italiano y el francés.
Repasando su evolución musical, "Dust of Dandy" irrumpe en la sonoridad de Emma para acentuar un punto de inflexión en su carrera porque, según subrayó, "la música adquirió otro nivel de complejidad que ayudó a enfatizar mi estilo de ópera y canto, y creó, también, una suerte de arrogancia nueva que necesitaba".
El conjunto de canciones que profundiza la estética más oscura de su álbum anterior, "Macadam Flower", lanzado en 2009, resalta las influencias del rock y los tonos más lúgubres en las voces del pop.
Como escritora de cada letra, Shapplin destacó que "cada canción es como un cajón y cada uno de ellos tiene un significado distinto, distintos mensajes e incluso emociones personales”.
Puesta a escoger algún tema del flamante repertorio, indicó que “The Lovers” (corte difusión del disco) “además de ser una historia de amor, trata sobre las vanidades”.
Con apenas un antecedente argentino en 2012 cuando se presentó en el estadio porteño Luna Park, entonces interpretó entre una lista de temas representativa de todas sus etapas, algunas de ellas en español, y al respecto sostuvo que ese idioma “no me resulta fácil para cantar porque tiene sus particularidades con algunas letras que son importantes para la musicalidad del lenguaje”.
“En mi primer disco -recordó- canté algunas canciones en español pero me resultaron menos teatrales y operísticas justamente por el acento".
Aunque tiene el foco colocado en "Dust of Dandy", en esta segunda visita a escenarios locales, además de interpretar las canciones que contempla en su último disco, interpretará piezas de sus trabajos anteriores, además de algunas sorpresas.
En cuanto a la mixtura que propondrá en directo, expresó que "siento la necesidad de mantener viva mis canciones más antiguas y darle una nueva vivencia al trabajo. La experiencia que se genera en esa combinación condimenta al show con una fuerza que se genera a raíz del contraste de los discos, que son muy disimiles. Me nutro de esa confrontación".
Durante diciembre, Emma cantará el miércoles 10 en el teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125, Capital), el domingo 14 estará en el Teatro Mercedes Sosa de Tucumán y un día más tarde se despedirá en el Centro de Convenciones de Salta.
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