La Selección se “aburre” en Manchester.

Javier Mascherano, junto a Sergio Agüero dicen “aburrirse” mientras algunos de sus compañeros juegan a las cartas en una de las habitaciones del hotel donde Argentina espera por el duelo ante Portugal.

Sergio Agüero quedó en deuda con el hincha argentino en el Mundial de Brasil y fue el primero en reconocerlo apenas finalizó el certamen, pero ahora, en este nuevo proceso, ya sin Alejandro Sabella y con Gerardo Martino como entrenador, se hace cargo de la realidad al sostener que el 'Tata' les pide "adaptación" al nuevo sistema, pero que los "tiempos de trabajo en la selección no son los mismos que en los clubes".

"Martino nos pide que nos adaptemos a los nuevos sistemas que él propone, pero no es el mismo tiempo que se tiene en los clubes el que se dispone en la selección. Con Manuel Pellegrini en el Manchester City me acoplo bien a lo que pretende, pero estamos todos los días entrenando", justificó.

"Personalmente lo que a mi me pide es que juegue libre del medio hacia arriba, y que no retroceda porque tengo que llegar al área cuando (Lionel) Messi y (Angel) Di María desbordan hasta el fondo", precisó el ex jugador de Independiente.

Sin tiempo para diatribas, el "Kun" destacó que además "está la presión alta que pide el "Tata", para lo que hay que correr a los defensores rivales cuando el juego arranca desde atrás".

Por cuestiones físicas no rindió en el Mundial de Brasil lo que se esperaba de él y por eso viene insistiendo desde entonces que está "en deuda con la gente", algo que parece sonar a disculpas porque la revancha no está a la vista.

"Lo que puedo rescatar del Mundial es el gran esfuerzo que hizo el equipo para llegar hasta la final, y fue triste perderla", remarcó.

Finalmente el delantero del Manchester City le vaticinó a enviados argentinos a Manchester que "ellos van a alentar a Argentina el martes contra Portugal", por él "y por (Pablo) Zabaleta y (Martín) Demichelis, pero los del United tiene un gran recuerdo de Cristiano Ronaldo".

Muy cerca del hotel Radisson donde se concentra la selección argentina se levanta el Museo del Fútbol de Manchester, donde su suegro, o el abuelo de su hijo Benjamín, más precisamente Diego Maradona, aparece como verdugo de los ingleses en el Mundial de México 1986.

Hoy Agüero triunfa en Inglaterra con otra camiseta albiceleste. Pero seguramente con la que quisiera hacerlo en un Mundial, con la Argentina, al menos por cuatro años seguirá siendo para él una asignatura pendiente.